Altas capacidades intelectuales – Superdotación
1.- Introducción
El planificar y
desarrollar una respuesta educativa adecuada a las características y
necesidades de estos alumnos supone que el centro educativo conoce dichas
características y necesidades, sabe cómo identificar a los alumnos superdotados
o/y con talento, conoce las posibilidades de la normativa vigente y ofrece una
respuesta educativa en forma de adaptación curricular de ampliación o
flexibilización del período de escolarización obligatoria con la
correspondiente adaptación individual al currículo para cada caso concreto,
además de poder colaborar en otras posibles medidas extracurriculares.
El primer bloque
del tema comprende el complejo problema de la definición del alumno
superdotado/talento y sus características y las claves para la identificación
del mismo.
En el segundo
bloque del tema analizamos el proceso de identificación y evaluación del sujeto
con altas capacidades intelectuales.
En el tercer y
último bloque del tema abordamos el trabajo educativo con estos alumnos. Además
de las tradicionales medidas de la agrupación, la aceleración, el
enriquecimiento del currículo y la adaptación curricular, abordamos
alternativas metodológicas. Así, nos centraremos en el modelo teórico de la
mejora cognitiva, teniendo como pilares básicos el estilo docente mediacional,
la consideración del alumno como generador de conocimientos, el aprendizaje
centrado en la mejora de los recursos cognitivos, creativos y
afectivos-sociales, la motivación intrínseca o predisposición positiva para
aprender, la creatividad, los procesos de “insight”
y la solución de problemas, la metacognición y la transferencia.
2.- Los alumnos con
altas capacidades intelectuales: Definición y características
2.1.- El
problema de la definición
La primera
evidencia de la dificultad para definir el concepto de sujeto con altas
capacidades intelectuales está constituida por la diversidad de nombres que
recibe. Ni siquiera en este aspecto tan elemental los autores han sido capaces
de ponerse de acuerdo. Así, podemos encontrar nombres como sujeto con altas
capacidades, superdotado, talento, niño precoz, prodigio, biendotado,
etc.
Otra dificultad
importante es que existen diferentes criterios para definir a los superdotados,
lo que supone que podemos encontrar modelos de intervención muy distintos.
Hasta la década de
1950 se admitía como válido el criterio del C.I. y los tests de inteligencia,
pero después de esa época el criterio aparecía como insuficiente. Así, por
ejemplo, Guilford (1959) defendió que la creatividad es la clave para
identificarlos.
Una de las
definiciones que más repercusión internacional ha tenido ha sido la elaborada,
a partir de un encargo del Departamento de Educación de Estados Unidos,
por un comité de expertos; y que dice así: “Los
niños superdotados y con talento son aquéllos identificados por personas
cualificadas profesionalmente, que en virtud de aptitudes excepcionales, son
capaces de un alto rendimiento. Son niños que requieren programas y/o servicios
educativos superiores a los que de manera habitual proporciona un programa
escolar normal para llevar a cabo su contribución a sí mismos y a la sociedad.
Los niños capaces de elevadas realizaciones pueden no haberlo demostrado con un
rendimiento alto, pero pueden tener la potencialidad en cualquiera de las
siguientes áreas, por separado o en combinación:
1.- Capacidad
intelectual general
2.- Aptitud
académica específica
3.- Pensamiento
productivo o creativo
4.- Capacidad de
liderazgo
5.- Artes visuales
y representativas
6.- Capacidad
psicomotriz”
Una definición muy
diferente, y también con una amplia aceptación entre los especialistas, es la
que nos proporciona Renzulli (1996), quien considera que para definir y
calificar a alguien como superdotado se han de dar, al menos las condiciones de
alta inteligencia, alta creatividad y alto compromiso en la tarea. La
definición completa dice así: “Lo
sobresaliente consiste en una interacción entre tres grupos básicos de rasgos
humanos, esos grupos se sitúan por arriba de las habilidades generales
promedio, altos niveles de compromiso en las tareas y altos niveles de
creatividad. Los niños sobresalientes y talentosos son los que poseen o son
capaces de poseer ese juego compuesto de rasgos, y aplicarlos en cualquier área
potencial que pueda ser evaluada del desempeño humano. Los niños que
manifiestan, o que son capaces de desarrollar una interacción entre los tres
grupos, requieren una amplia variedad de oportunidades educativas y servicios
que no son provistos de ordinario a través de los programas de instrucción”
2.2.-
Características del sujeto con altas capacidades intelectuales
A pesar de la diversidad
de definición que hemos visto que existen sobre el concepto de altas
capacidades intelectuales o superdotación, hay una coincidencia en todas ellas:
la que señala que los superdotados se distinguen en alguna capacidad superior
(pensamiento abstracto, creatividad, lenguaje, capacidad para manipular
símbolos, etc.) muy por encima de lo considerado como normal.
Siguiendo esta
argumentación, el profesor Sánchez Manzano describe dos grandes grupos de
características de los niños y jóvenes superdotados y con talento:
a) Comportamientos
y aptitudes cognitivas. Se trata de niños que durante los primeros
años de vida son muy activos, demostrando un gran interés por todo lo que les
rodea. En la mayoría de los casos, duermen muy poco en comparación con otros
niños. En general, hablan muy tempranamente. También, aunque hay excepciones,
muestran una extraordinaria capacidad de comprensión lingüística. Aprenden a
leer con precocidad. Suelen mostrar una enorme curiosidad por los distintos
fenómenos y acontecimientos que ocurren en su entorno y fuera de él. Acosan a
preguntas. Tienen una excelente atención y memoria y un pensamiento rápido. La
mayoría también muestra un perfeccionismo extremo, lo que les lleva a acabar
las tareas que inician y a no emprender algo si no están seguros de poder
realizarlo excepcionalmente bien.
b) Adaptación
social. Hasta un cierto nivel de inteligencia, se muestran como
niños maduros, autónomos, independientes y flexibles en sus juicios; siendo,
además, en buen número de casos, auténticos líderes sociales. Sin embargo,
cuando la inteligencia es muy elevada (C.I.= 170 o superior), nos podemos
encontrar con todo lo contrario, apreciándose un claro desajuste social, debido
al desfase tan enorme entre la edad cronológica y la edad mental; y, además, se
suele añadir como factor negativo la inadecuada respuesta educativa de los
padres y de los profesores.
Otra descripción de
las características de los niños superdotados es la que nos ofrecen Howell y
colaboradores (1997), quienes destacan las siguientes:
-Capacidad para
adquirir, recordar y utilizar gran cantidad de información.
-Capacidad para
recordar una idea y otra al mismo tiempo.
-Capacidad para
hacer buenos juicios.
-Capacidad para
comprender el funcionamiento de sistemas superiores de conocimiento.
-Capacidad para
adquirir y manipular sistemas abstractos de símbolos.
-Capacidad para
resolver problemas, reelaborando las preguntas y creando soluciones.
3.- Identificación
y evaluación del alumno con altas capacidades intelectuales
Uno de los
temas de mayor debate en el ámbito educativo es la identificación de los
alumnos con altas capacidades intelectuales, alumnos superdotados y con
talentos específicos, especialmente si tenemos en cuenta que el debate abarca
muy diferentes perspectivas, además de la educativa y psicopedagógica, tales
como la sociológica, política, ética, etc.
Tal como ocurre en
otros ámbitos de la intervención psicopedagógica, la identificación está basada
en la concepción que tengamos de la superdotación. Así, podemos afirmar que de
la definición va a depender la forma de identificar a los alumnos, así como la
posterior respuesta educativa. Y en este punto debemos volver a resaltar que no
existe una teoría única e integradora de la superdotación, sino que disponemos
de diversas explicaciones teóricas, que, lógicamente, van a condicionar los
criterios de identificación y de intervención, así como los métodos, técnicas e
instrumentos.
Lo que sí podemos
constatar es que existen actualmente diversos programas de identificación,
orientación y educación de los sujetos con altas capacidades intelectuales en
casi todas las partes del mundo. La finalidad que tienen este tipo de programa
dentro del ámbito educativo es, básicamente, de dos tipos: la investigación y
la intervención educativa. Siguiendo a Castejón, Prieto y Rojo (1997) podemos
justificar la finalidad educativa de la identificación de los sujetos
superdotados con las siguientes consideraciones:
-La identificación
de alumnos superdotados en el contexto educativo tiene como objetivo establecer
un programa educativo que atienda adecuadamente a la diversidad de estos
alumnos en relación a los alumnos de habilidades medias, y en el que se
planteen las adaptaciones curriculares necesarias.
-Evitar
desaprovechar las potencialidades de estos alumnos.
-Considerar la
superdotación como una característica multidimensional en la que hay diferentes
patrones intelectuales de superdotación.
-La identificación
debe tener como finalidad el conocimiento de las características individuales
de todos y cada uno de los alumnos para adaptarnos a ellos, potenciando al
máximo sus posibilidades en el contexto educativo.
Cada modelo teórico
sobre la superdotación establece unos determinados criterios de identificación.
Podemos clasificar los diferentes modelos explicativos en cuatro grandes
grupos: modelos basados en capacidades, modelos basados en el rendimiento,
modelos cognitivos y modelos socioculturales.
a) Modelos
basados en las capacidades. Destacan el papel predominante de la
inteligencia o las aptitudes en la definición de lo que es la superdotación.
Los modelos de identificación derivados de ellos representan uno de los
primeros intentos en la definición de las características del pensamiento
excepcional. Son los que dieron contenido al concepto de superdotación. Se
caracterizan por su orientación metódica y pragmática. Entre los más
representativos están:
–El estudio longitudinal de Terman
-Los criterios de
la Oficina de Educación de Estados Unidos
-El modelo de
inteligencias múltiples de Gardner
-El modelo
multidimensional de la inteligencia de Taylor
-El modelo jerárquico
de la inteligencia de Cohn
b) Modelos
basados en el rendimiento. Presuponen la existencia de un
determinado nivel de capacidad o de talento como condición necesaria, pero no
del todo suficiente, para un alto rendimiento. De esta forma, definen la
superdotación como un perfil de características que se convierten en conductas
de alto rendimiento en algún campo determinado, en vez de ser consideradas como
una característica unitaria. Entre los modelos más destacados encontramos:
-El modelo de
Renzulli (combinación de inteligencia general, creatividad y compromiso con la
tarea o motivación)
-El modelo de
Feldhusen. Establece como características del superdotado y como criterios de
identificación: 1)Capacidad intelectual general, 2)Autoconcepto positivo,
3)Motivación y 4)Talento personal en las áreas académico-intelectual y artístico-creativo.
-El modelo de la
Fundación Nacional Alemana para la identificación y ayuda a los adolescentes
superdotados.
Modelos cognitivos. Se centran en los procesos cognitivos utilizados en tareas bien
definidas y más o menos complejas. Identifican los procesos, las estrategias y
las estructuras cognitivas a través de las cuales los sujetos llegan a una
realización superior. Esto permite la comprensión de los mecanismos del
funcionamiento cognitivo y de las características del superdotado, así como las
posibles diferencias con los sujetos normales en una serie de procesos
fundamentales.
d) Modelos
socioculturales. Estos modelos destacan el papel de los factores
culturales para definir la superdotación, relativizando el concepto y
restringiéndolo a un ámbito cultural determinado. Cada sociedad y cada cultura
determinan qué tipo de productos poseen valor para considerarlos dignos de un
talento especial. Y, por otro lado, el propio entorno sociocultural y familiar
del sujeto potencia o dificulta el desarrollo del superdotado.
Aunque los
criterios derivados de los modelos socioculturales no son suficientes para la
definición de la superdotación y para la identificación de los sujetos
superdotados, lo cierto es que determinados supuestos de estos modelos se han
incorporado a las concepciones más actuales, como es la “teoría pentagonal”
de Sternberg. En este sentido, Wallace y Adams (1993), definen la superdotación
como una habilidad intelectual general alta, con aptitudes específicas en un
determinado campo, con un ambiente propicio y con la oportunidad de estar en el
lugar conveniente en el momento adecuado.
-El modelo de Renzulli (combinación de inteligencia
general, creatividad y compromiso con la tarea o motivación)
-El modelo de Feldhusen. Establece como características
del superdotado y como criterios de identificación: 1)Capacidad intelectual
general, 2)Autoconcepto positivo, 3)Motivación y 4)Talento personal en las
áreas académico-intelectual y artístico-creativo.
-El modelo de la Fundación Nacional Alemana para la
identificación y ayuda a los adolescentes superdotados.
Modelos cognitivos. Se centran en los procesos cognitivos utilizados en tareas bien
definidas y más o menos complejas. Identifican los procesos, las estrategias y
las estructuras cognitivas a través de las cuales los sujetos llegan a una
realización superior. Esto permite la comprensión de los mecanismos del
funcionamiento cognitivo y de las características del superdotado, así como las
posibles diferencias con los sujetos normales en una serie de procesos fundamentales.
d) Modelos
socioculturales. Estos modelos destacan el papel de los factores
culturales para definir la superdotación, relativizando el concepto y
restringiéndolo a un ámbito cultural determinado. Cada sociedad y cada cultura
determinan qué tipo de productos poseen valor para considerarlos dignos de un
talento especial. Y, por otro lado, el propio entorno sociocultural y familiar
del sujeto potencia o dificulta el desarrollo del superdotado.
Aunque los
criterios derivados de los modelos socioculturales no son suficientes para la
definición de la superdotación y para la identificación de los sujetos
superdotados, lo cierto es que determinados supuestos de estos modelos se han
incorporado a las concepciones más actuales, como es la “teoría pentagonal”
de Sternberg. En este sentido, Wallace y Adams (1993), definen la superdotación
como una habilidad intelectual general alta, con aptitudes específicas en un
determinado campo, con un ambiente propicio y con la oportunidad de estar en el
lugar conveniente en el momento adecuado.
4.- Respuesta
educativa a los alumnos con altas capacidades intelectuales
Tradicionalmente la
respuesta educativa que se ha dado a los alumnos con altas capacidades
intelectuales se ha centrado en tres estrategias de atención a la diversidad:
la aceleración, el agrupamiento y el enriquecimiento. La aceleración es la estrategia que más utilizada y
consiste en colocar al alumno superdotado en un nivel más avanzado al que le
corresponde por su edad. El agrupamiento total o parcial de estos alumnos se
refiere al emplazamiento de los mismos con compañeros de niveles y competencias
semejantes a las suyas. El enriquecimiento implica adaptar el currículo,
trabajando objetivos adecuados a sus capacidades e intereses.
Otra posibilidad
consiste en utilizar alternativas metodológticas, como la que representa el
método de la mejora cognitiva.
Este tipo de respuesta es una estrategia de enriquecimiento curricular y
optimizadora del proceso de enseñanza-aprendizaje que puede ser utilizada desde
la Educación Infantil para atender a las necesidades educativas de los
superdotados. Prieto, Hervás y Bermejo (1997) como principales argumentos para
seguir esta metodología:
1)
Los alumnos permanecen la mayor parte de su tiempo escolar en aulas ordinarias
con su grupo y su profesor o profesores.
2)
La mejora cognitiva, en cuanto
enriquecimiento, beneficia tanto a los alumnos superdotados como a los que no
lo son.
3)
Se trata de un modelo que garantiza la integración evitando la exclusividad y
el aislamiento que se produce en las escuelas que proporcionan programas
especiales para los superdotados.
4)
Ayuda a compartir conocimientos.
En este modelo se
destaca la importancia del contexto educativo y de los centros bien informados,
en los que tanto los profesores como los estudiantes deben conocer el
funcionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los profesores deben estar
capacitados para organizar la instrucción y conseguir la mejor distribución de
los recursos intelectuales. También se considera básico la existencia de un
clima cooperativo, que permita y facilite la interacción entre compañeros.
El modelo de “mejora cognitiva”
tiene su fundamentación teórica en el pensamiento inventivo de Perkins
(1989) y Edward De Bono (1986); en el aprendizaje mediacional de Feuerstein
(1991), en la motivación intrínseca de Hywood y otros (1986) y en la teoría de
la zona de desarrollo potencial de Vygostki (1978).
El entrenamiento
cognitivo durante los primeros niveles instruccionales tiene como finalidad que
el alumno superdotado obtenga más y mejor provecho de sus capacidades. Mediante
procedimientos de concienciación, planificación, verificación y transferencia o
aplicación se pretende que el niño conozca sus recursos y la mejor forma de
utilizarlos y combinarlos.
La mejora cognitiva
también debe orientarse, desde los primeros niveles instruccionales, para
lograr el desarrollo social y emocional de los niños superdotados y sus
compañeros. Para conseguir dicho objetivo, Prieto, Hervás y Bermejo (1997)
afirman que se requieren los siguientes componentes básicos:
1)
El estilo mediacional docente.
2)
El alumno como generador de conocimientos.
3)
La motivación intrínseca como recurso cognitivo-emotivo para “enseñar a
pensar”.
4)
Aprendizaje centrado en la mejora de recursos cognitivos, creativos y
afectivo-sociales.
5)
Las habilidades metacognitivas.
6)
La transferencia.
En definitiva, se
trata de un modelo que se dirige a motivar a los alumnos superdotados y a sus
compañeros de aula para aprender por sí mismos, utilizando recursos cognitivos,
metacognitivos, creativos y psicosociales en cualquier situación del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
5.- Conclusiones
La respuesta
educativa a las necesidades que presentan los alumnos con altas capacidades
intelectuales debe estar incluida dentro de las medidas de atención a la
diversidad de cada centro educativo, bien en forma de adaptación curricular de
ampliación o de flexibilización del período de escolarización obligatoria;
basándonos siempre, como en todos los demás posibles casos de necesidades
educativas especiales, en los principios de normalización y de integración
escolar. Este modelo de atención a las características y necesidades del alumno
superdotado responde al enfoque curricular de la orientación educativa y la
intervención psicopedagógica, enfoque que se sigue en nuestro actual sistema
educativo. Además, el carácter flexible y abierto del actual currículo permite
adoptar muy diversas medidas de atención individualizada, adaptándonos a las
características y necesidades de cada caso, teniendo en cuenta también las
posibilidades y recursos de cada centro educativo a la hora de la planificación
y desarrollo de la respuesta educativa.
La diversidad
terminológica y las diferentes conceptualizaciones de la sobredotación
intelectual explican la complejidad de la identificación de estos sujetos y sus
necesidades, así como de la planificación de la respuesta educativa ajustada a
dichas necesidades. Todo ello va a estar condicionado por el modelo teórico que
sigamos. No obstante, la normativa actual determina, en gran medida las
posibilidades de las medidas a tomar. En este contexto debemos destacar la
necesidad de abordar cada caso particular desde una perspectiva de evaluación
de necesidades, planificación y desarrollo de la respuesta educativa de forma
totalmente individualizada, partiendo de una conceptualización de la
sobredotación intelectual como una característica multidimensional, a partir de
la correspondiente evaluación psicopedagógica, donde se determinan las
características y necesidades de cada sujeto, y de la elaboración del
correspondiente documento individual de adaptaciones curriculares (D.I.A.C.).
Dentro de las
posibilidades metodológicas de intervención con estos alumnos, además de las
tradicionales estrategias de aceleración, agrupamiento específico y el
enriquecimiento curricular, debemos destacar otras opciones que nos ofrecen
modelos como es el caso del modelo de mejora cognitiva (Prieto, Hervás y
Bermejo, 1997), que destaca por la detección y atención tempranas de niños
precoces para el desarrollo pleno de capacidades y la consecución de una
integración social ajustada, dentro del grupo-clase y del centro educativo y
fuera de él, favoreciendo así el objetivo final de la educación: el desarrollo
integral del alumno.
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